El Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte para Empleados Particulares

• Autores: Arroba, Gonzalo, Caja Nacional de Seguro Social
• Formato: artículo
• Fecha de Publicación: 1952
• Institución: Seguro Social de Salud
• Repositorio: ESSALUD-Institucional
• Lenguaje: español
• OAI Identifier: oai:repositorio.essalud.gob.pe:20.500.12959/1321
• Enlace del recurso: https://hdl.handle.net/20.500.12959/1321
• Nivel de acceso: acceso abierto
• Materia: Seguro; Empleados particulares; https://purl.org/pe-repo/ocde/ford#3.03.05; https://purl.org/pe-repo/ocde/ford#3.03.02

Estudio preliminar de la creación en el Perú de una Caja de Pensiones para los empleados particulares con el objeto de otorgarles los beneficios de cesantía, jubilación y montepío. Explica que primero presenta un cuadro de conjunto de las medidas de previsión vigentes en favor de los empleados particulares, pasando a exponer, en una segunda parte, algunas consideraciones sobre las posibilidades de conformación del nuevo régimen en determinados puntos en que surgen particulares problemas por la naturaleza de las medidas de previsión o por las peculiaridades de trabajo del grupo afectado. Señala que la decisión final sobre la amplitud y extensión que quiera darse a la protección que acuerde el seguro, corresponde a las altas autoridades del país, en atención a los principios de la política social y en debida consideración a los usos y costumbres nacionales, a las posibilidades económicas generales y a las particulares de las industrias. Por los Decretos-leyes citados en el cuadro de medidas de previsión vigentes, se conoce que existe ya organizada la institución denominada Seguro Social del Empleado, que tiene a su cargo el cubrimiento de los riesgos de enfermedad, maternidad, invalidez, vejez y muerte. Con laudable acierto en la preferencia, el seguro social del empleado ha optado primeramente por cubrir de las contingencias de enfermedad y maternidad. Con ocasión de la concurrencia de propósitos y divergencia de organización que implican el Decreto-Ley N° 10902 y la Ley N° 11594, me permito llamar la atención hacia un objetivo·, que apoyado por fuertes razones teóricas y doctrinarias y con magnífica experiencia en la práctica, va adquiriendo carta de universalidad en el desarrollo de los sistemas de seguro y seguridad social. Me refiero a la máxima unificación a que se propende en la protección de la población asegurada, aun por encima de las diversas características y modalidades de trabajo o de vida de los varios grupos, constituyendo la meta un solo régimen de seguro que garantice a cada trabajador beneficios proporcionales al valor que se presume tiene su trabajo para la economía nacional. Analiza los riesgos a cubrirse: invalidez, vejez, muerte y desocupación. Concluye que la estructuración financiera de un régimen de seguro social como el que aquí se trata dependía de múltiples tareas previas. Eran necesarias investigaciones sobre la incidencia de los riesgos, los datos estadísticos y biométricos de la población comprendida en el seguro y la estructura financiera que se adopte. También conocer el nivel de las prestaciones que se acuerde; los beneficios de la población pasiva y de los trabajadores activos, considerando que la carga que las clases pasivas signifiquen sobre la renta nacional y sobre los ingresos de los activos, no debe rebasar prudentes límites; también era preciso señalar cuantías mínimas para las prestaciones de modo que éstas no bajen a cifras incompatibles con las necesidades básicas de la subsistencia; y tener claro todo el coste del sistema. Con tal conocimiento, esperaba estar en la posibilidad de presentar proposiciones sobre la organización financiera del proyectado seguro y el mecanismo que podía servir de base a la mencionada organización, así como sobre las condiciones a que podían sujetarse las cotizaciones, el nivel de éstas, su posible distribución entre los grupos interesados y el Estado, y las estimaciones de su futuro desarrollo.