Valles agrícolas y producción del departamento de Ica

• Autores: Rosales Puente, Eduardo, Caja Nacional de Seguro Social
• Formato: artículo
• Fecha de Publicación: 1939
• Institución: Seguro Social de Salud
• Repositorio: ESSALUD-Institucional
• Lenguaje: español
• OAI Identifier: oai:repositorio.essalud.gob.pe:20.500.12959/1113
• Enlace del recurso: https://hdl.handle.net/20.500.12959/1113
• Nivel de acceso: acceso abierto
• Materia: Agricultura; Desarrollo rural; Perú; https://purl.org/pe-repo/ocde/ford#3.03.02; https://purl.org/pe-repo/ocde/ford#3.03.05

Estudio sobre la extensión y distribución de los valles agrícolas de Ica, el número de sus propietarios y regantes. Además, considerando su importancia, se dedica la segunda parte del artículo a examinar la producción en estas tierras. El Departamento de Ica tiene una superficie de 25,379 kilómetros cuadrados, en su mayor parte constituida por inmensas pampas arenosas y se encuentra cruzado por cuatro ríos costaneros que dan origen a los valles de Chincha, Pisco, Ica, Palpa, El Ingenio y Nasca. La extensión total de estos valles, según la Estadística Agro-Pecuaria de 1929 alcanzó a 75,506 hectáreas, de las cuales correspondían 23,707 a Chincha, 22,403 a Pisco, 16,327 a Ica, 5,268 a Palpa, 1,817 a El Ingenio y 5,984 a Nasca. Se incluyen cuadros con detalles numéricos de cada valle sobre sus distritos agrícolas, propietarios y regantes. El estudio de la vida agrícola del departamento llevó al autor a clasificar su producción en tres grupos: 1. Cultivos industriales (algodón y vid); 2. Cultivos alimenticios; 3. Cultivos forrajeros. La agricultura era la principal actividad de los pobladores de Ica, encontrándose orientada, en líneas generales, hacia el cultivo del algodonero, que constituía el 66% de su producción. Cuando se quiere hacer resaltar la importancia que tenía el algodón en el país, se expresaba corrientemente que él constituía la espina dorsal de nuestra economía nacional. Tal expresión cabe emplearla con más propiedad al referirse al departamento de Ica debido a la extensión que ocupaba de sus tierras de cultivo, al numeroso sector de agricultores dedicados a él, al volumen de empleo que requería el desarrollo de sus labores de cultivo, a la implantación de numerosas desmotadoras que implicó la inversión de fuertes capitales, al empleo que se hizo de sus subproductos y, sobre todo, a la mayor densidad económica, esto es, producción más valiosa por hectárea. Se incluyen cuadros con datos sobre las hectáreas cultivadas de algodón, la producción algodonera en rama, la extensión y rendimiento por valles, y áreas cultivadas por productos, según estadísticas de 1929. Asimismo, desde la época colonial se destacó el departamento de Ica como una zona de elevada producción vitivinícola. La producción de uva era variable y se dedicaba casi íntegramente a la elaboración de vinos y aguardientes. Concluye que el estudio revela que el departamento de Ica era una zona de destacada importancia agrícola. En relación con la tierra, factor importante de la producción, podían ampliarse sus zonas de cultivo mediante obras de irrigación como las que se habían proyectado para los valles de Chincha e Ica. En cuanto a la producción, limitada actualmente a determinados productos agrícolas, las zonas estudiadas ofrecían un amplio campo para el cultivo de otras especies, como el lino y el girasol, con gran incentivo económico. Cabe, igualmente, aprovechando la densidad de los núcleos de pequeños propietarios que existen en los valles de Chincha e Ica, impulsar, estimular y orientar técnicamente las industrias caseras que, como la fruticultura, la jardinería, la apicultura, la avicultura, la cunicultura, etc., proporcionarían a los campesinos holgura económica estable para atender la satisfacción de sus necesidades.