Determinación de fallos del mercado y del Estado en los servicios financieros al sector agrario y el ámbito rural. Perú 1980-2018

• Autor: Wiener Fresco, Hugo Carlos
• Formato: tesis de maestría
• Fecha de Publicación: 2020
• Institución: Universidad Nacional Mayor de San Marcos
• Repositorio: UNMSM-Tesis
• Lenguaje: español
• OAI Identifier: oai:cybertesis.unmsm.edu.pe:20.500.12672/16756
• Enlace del recurso: https://hdl.handle.net/20.500.12672/16756
• Nivel de acceso: acceso abierto
• Materia: Agricultura - Perú - Financiación; Crédito agrícola - Perú; https://purl.org/pe-repo/ocde/ford#5.02.01

Esta investigación reúne amplia evidencia sobre la persistencia de una baja penetración de los servicios financieros en la actividad agraria y el ámbito rural. Identifica los determinantes que explican las características de la demanda y los límites de la oferta. Se concluye que en el sistema financiero hay un bajo conocimiento de los riesgos específicos, especialmente los biológicos, lo que agudiza los problemas de asimetría de información. La banca pública de fomento agraria fue creada para sostener al mayor grupo de poder económico y político, y concluyó convirtiéndose en un instrumento central de la política pública destinado a contener el descontento en el campo y asegurar la provisión de alimentos a las ciudades. En este rol, actuó como un tapón que obstruyó el desarrollo de los mercados de servicios financieros. El vacío en crédito dejado con su liquidación, no fue llenado por la banca privada ni otras fuentes de intermediación financiera. La muy elevada concentración del sistema financiero estableció otras prioridades como la toma de la industria microfinanciera, antes que por el desarrollo de un nuevo mercado en un sector económico que mostraba gran dinamismo. La contracción del crédito alentó la creación de un nuevo banco estatal para el sector agrario. Forzando las reglas de subsidiariedad del Estado, se constituyó una entidad que podía ser totalmente intrascendente o que, asociada con privados especializados, podía contribuir al desarrollo de un mercado de servicios financieros. Esta segunda opción fue emprendida pero abandonada en el camino. La conclusión central es que los servicios financieros al agro y al ámbito rural continúan siendo mercados incompletos que demandan modelos de negocios y tecnología diferenciadas. Estos no pueden ser proporcionados ni principal ni exclusivamente, por el Estado, pero el sector privado continúa mostrando desinterés o limitada capacidad para llenar este vacío.