El sentimiento de la vida cósmica

• Autor: Iberico, Mariano
• Formato: libro
• Fecha de Publicación: 1939
• Institución: Pontificia Universidad Católica del Perú
• Repositorio: PUCP-Institucional
• Lenguaje: español
• OAI Identifier: oai:repositorio.pucp.edu.pe:20.500.14657/202854
• Enlace del recurso: https://repositorio.pucp.edu.pe/index/handle/123456789/202854
• Nivel de acceso: acceso abierto
• Materia: Naturaleza; Psicología; Estética; Filosofía; https://purl.org/pe-repo/ocde/ford#5.01.00

El presente es un ensayo descriptivo. Queremos estudiar las modalidades del sentimiento de la naturaleza en su diversidad y en su unidad. En cuanto a su diversidad, tratamos de describir los estados psicológicos que, unas veces, prolongan la vida de la naturaleza en el alma y otras se dan por efecto de su contemplación intelectual. Su unidad, apenas necesitamos decirlo, está determinada por su objeto: la naturaleza considerada no como un simple motivo de curiosidad, sino principalmente como un objeto de admiración y amor. No pretendemos definir científicamente la naturaleza porque no lo creemos necesario para nuestro propósito. Hay palabras que comprendemos inmediatamente en su claridad y en su oscuridad. Traducirlas en una forma esquemática puede ser útil cuando se las incorpora en el proceso de la investigación científica o cuando deben ser consideradas como expresiones de elementos lógicos, bases para la deducción o el análisis. Pero la reducción esquemática es inútil cuando de lo que se trata es de describir experiencias vitales y sentimientos concretos que no se prestan a ninguna suerte de manipulación lógica. Y la naturaleza es una de esas palabras-símbolos que, con su claridad y su oscuridad, son inmediatamente comprendidas y, si se quiere, sentidas por el alma. Sin embargo, para no dar pábulo a que se nos acuse de vaguedad o imprecisión, proponemos, sin pretender que sea insustituible, el siguiente concepto de naturaleza: naturaleza es el conjunto de potencias e imágenes que se dan inmediatamente al hombre, en él y fuera de él, pero que al mismo tiempo constituyen un mundo en cierto modo contrapuesto al hombre, considerado como un ser reflexivo, consciente y capaz de utilizar ese mundo de fuerzas en vista de un propósito deliberado y autónomo de su voluntad.