La gestión emocional desempeña un papel crucial en el proceso de aprendizaje. La capacidad de controlar y expresar adecuadamente las emociones contribuye al éxito académico. Las emociones afectan la forma en que aprendemos, nos motivamos y recordamos. Es especialmente relevante para el aprendizaje a largo plazo, ya que los recuerdos asociados con emociones positivas son más fuertes y duraderos. Los educadores deben considerar los factores emocionales al diseñar programas de estudio. Esto implica establecer expectativas realistas, crear un ambiente seguro, fomentar el pensamiento crítico, desarrollar habilidades de autorreflexión y promover la comunicación efectiva. La gestión emocional en el aula también incluye crear una comunidad de aprendizaje positiva y utilizar actividades motivadoras para mantener a los estudiantes interesados. En conclusión, la gestión emocional es es...