Se determinó la relación que existe entre funcionamiento familiar y conductas agresivas en adolescentes de dos instituciones educativas en el distrito de Villa El Salvador. La investigación fue de diseño no experimental y de tipo correlacional, la muestra fue de 476 escolares de primero a quinto año de secundaria de ambos sexos, cuyas edades oscilaron entre los 12 hasta los 17 años. Se utilizó la Escala de funcionamiento familiar FACES IV de Olson (2006) y el Cuestionario de agresión (IQ) de Buss y Perry (1992). Los resultados evidenciaron que no hubo relación significativa (p > .05) entre el total de funcionamiento familiar con el total de agresividad (rho = -.044); por lo tanto, se concluyó que el funcionamiento familiar no influye o interfiere en la agresividad alcanzada por los adolescentes de dos instituciones educativas en el distrito de Villa El Salvador.