Se dice que un suelo es resiliente cuando después de un incendio la flora y la fauna se recuperan, vuelven a la vida, aunque no del mismo modo de antes. Aparece una nueva flora y una nueva fauna, a veces muy bella pero distinta. Esta es la más bella imagen de la resiliencia.

Una historia que comienza con un reducido número de creyentes y un hecho divino sin precedentes donde los discípulos reciben la promesa del Padre: El Espíritu Santo en Pentecostés. Y de esta manera, ser fortalecidos, iluminados y guiados por el Espíritu del Señor, dando comienzo a la predicación del Evangelio.

El Perú es un país caracterizado por su Diversidad Cultural que penosamente se ha utilizado para legitimar las desigualdades sociales, proporcionando un trato distinto que suprime los derechos de una persona o grupos de personas restándole validez por sus meras características (color, idioma, sexo, raza, etc.). Estas desigualdades han dado pase a un comportamiento discriminatorio. Prevert, Navarro y Bogalska en su artículo “La Discriminación Social desde una perspectiva psicosociológica” comentan que: “La manifestación de un comportamiento discriminante está relacionada con ciertas condiciones sociales y psicológicas.” Al existir la discriminación se crea una fragmentación nuestra sociedad. Pero dentro de la discriminación encontraremos a un elemento complejo llamado prejuicio.

Hablar de un problema de conducta y uno trastorno es totalmente diferente, Todos los niños se portan mal de vez en cuando, y esto es normal, porque ponen a prueba cuando el NO significa realmente NO. La mayoría de los niños tienen un estallido de enojo, rabietas, algunas veces vienen acompañado de agresiones, pero estas características son parte del crecimiento y del proceso para aprender a ser independientes.