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Publicado 2014
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En Venezuela, la década del cincuenta supuso el inicio de un proceso de modernización. Este fenómeno se vio reforzado en diversas plataformas discursivas, entre ellas la novelística. Se originó una producción de obras potencialmente asumidas como “ficciones de identidad”. El trabajo se ocupa de las novelas de dos mujeres letradas venezolanas: Memorias de una loca (1955), de Conny Méndez y Memorias disparatadas (1959), de Cristina Ferrero. Se propone que sus escrituras teorizan en torno a la Historia y, paralelamente, consiguen nuevas formas de relación con el pasado, codifican de manera diferente las fluctuaciones entre convenciones, deseo y posibilidad, y trazan una ruta inversa a la escritura de la memoria. Las alternativas de rememoración mostradas en estas obras dejan claro que los límites entre la intimidad pretendidamente femenina y la vida pública rememorable en el ...
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Publicado 2015
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La angustia de justificar una identidad, un “yo” con posibilidades de interacción y, sobre todo, de supervivencia dentro del espacio-tiempo de la enunciación, lleva a los individuos a recuperar, sistematizar y cohesionar las huellas de su memoria, hasta el punto de convertirlas en un relato posible para la subjetividad que aspiran alcanzar. Es lo que afirma Paul de Man. De esta manera, podría entenderse la unificación de la memoria como un gesto útil para el soporte del “yo” y la justificación de su porvenir. Bajo esta mirada, el trabajo revisa Mi hermanita Magdalena (1998), de Elena Garro, novela que apuesta por la dispersión de los referentes históricos, produce sensación de caos e imposibilidad de afianzar la individualidad. La adquisición y pérdida permanente del poder de la palabra y, sobre todo, las idas y venidas del recuerdo, hacen pensar que, el objeto del dis...