La injuria renal aguda es un problema que implica un gran impacto en la población que la padece sobre todo por su alta incidencia 16% a un 67% y por su elevada mortalidad mayor al 50% (1). Se conoce actualmente que el índice neutrófilo linfocito constituye un excelente marcador de mortalidad en pacientes con ERC, además de su asociación con la injuria renal aguda en pacientes postoperados cardíacos y en la progresión de la enfermedad renal (2). En un metaanálisis realizado en el 2019 en China que evaluaba la capacidad de este índice como predictor precoz de Injuria renal aguda, se evidenció que, aunque este índice podría ser usado como criterio diagnóstico, debería también ser analizado en conjunto junto a los demás marcadores de injuria renal (3). Por otro lado, estudios señalan también una gran asociación de este índice como marcador predictor de desarrollo posterio...