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artículo
Cuando le preguntaron a Isaac Asimov quien era el científico al que admiraba más, sin pensarlo dos veces dijo “a Newton”; no, obviamente, porque fuera su tocayo, si no por cuatro o cinco buenas razones entre las que se encontraba la de haber sofrenado, de una buena vez, la autoridad atropellante de los antiguos griegos. Los nombres de Platón, Aristóteles, Euclides, Arquímedes y Ptolomeo se habían paseado durante dos mil años, como gigantes, que, digamos, aplastaron a las generaciones que les sucedieron. Isaac Newton y su libro Principia Mathematica reducen la influencia paralizante de los antiguos helénicos y rompe para siempre el complejo de inferioridad intelectual que el hombre moderno sentía frente a ellos.Pero los médicos tenemos una relación especial con los griegos: un sentimiento de gratitud y familiaridad. Pues nos trataron muy bien en su mitología, y aportaron, ...
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Cuando le preguntaron a Isaac Asimov quien era el científico al que admiraba más, sin pensarlo dos veces dijo “a Newton”; no, obviamente, porque fuera su tocayo, si no por cuatro o cinco buenas razones entre las que se encontraba la de haber sofrenado, de una buena vez, la autoridad atropellante de los antiguos griegos. Los nombres de Platón, Aristóteles, Euclides, Arquímedes y Ptolomeo se habían paseado durante dos mil años, como gigantes, que, digamos, aplastaron a las generaciones que les sucedieron. Isaac Newton y su libro Principia Mathematica reducen la influencia paralizante de los antiguos helénicos y rompe para siempre el complejo de inferioridad intelectual que el hombre moderno sentía frente a ellos.Pero los médicos tenemos una relación especial con los griegos: un sentimiento de gratitud y familiaridad. Pues nos trataron muy bien en su mitología, y aportaron, ...
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