La monografía aborda la inteligencia emocional. Durante la primera infancia, los niños generalmente comienzan a desarrollar emociones cohibidas cuando comienzan a evaluarse a sí mismos, en lugar de reaccionar puramente a las evaluaciones de los cuidadores u otros adultos. Por ejemplo, un bebé mayor o un niño pequeño puede estar perfectamente feliz cubriéndose de la cabeza a los pies con barro del patio trasero y no experimentará una emoción negativa hasta que los cuidadores expresen su disgusto por la situación desordenada. Los niños en la etapa de la primera infancia aún pueden disfrutar jugando en el patio embarrado, pero tan pronto como ven venir a mamá, pueden surgir vergüenza y / o culpa como resultado de evaluar su apariencia.