La fascitis necrosante viene a presentarse como una necrosis rápidamente progresiva de la capa fascial, que a menudo respeta la piel suprayacente y el músculo subyacente; es difícil de diagnosticar en sus inicios por falta de hallazgos cutáneos, requiriendo un alto nivel clínico de índice de sospecha, a pesar de los nuevos avances en el tratamiento y gestión de cuidados críticos; su diagnóstico precoz es vital para la intervención quirúrgica, reduciendo la morbilidad del paciente y mortalidad; la característica clínica incluye fiebre, edema, dolor, y enrojecimiento con rápido deterioro a una decoloración azul oscuro, con o sin ampollas serosanguinolentas y crepitación; el diagnóstico definitivo es invasivo, lo que requiere exploración quirúrgica de los tejidos. La albúmina es un componente importante; mantiene la permeabilidad vascular y la presión oncótica y ejerce...