Este plan de negocios implica el establecimiento de una distribuidora de vinos exclusivamente fabricados en el Perú, en el área metropolitana de Nueva York. En los primeros tres años se contempla la distribución en restaurantes de comida latinoamericana en los condados de Queens, Brooklyn, y Manhattan. Para el cuarto año se pretende aumentar el área de cobertura hacia otros restaurantes de los condados de Manhattan y Rockland. La compañía se esmerara en traer vinos de alta calidad y de manufactura única que mariden con los diferentes sabores de la cocaína latinoamericana.