La trata de personas es un delito que vulnera una serie de derechos fundamentales, como lo son el derecho a la vida, a la libertad y al trabajo, entre otros. En el Perú, en el periodo comprendido entre el año 2010 y 2015, el número de víctimas ha ido en aumento, especialmente debido a la falta de prevención y de mecanismos que puedan ayudar a que la actuación de los organismos involucrados sea conjunta y eficiente. A ello se le debe sumar otros factores como el alto índice de desempleo, la pobreza y la deficiencia de los servicios de educación y salud que sufren determinados grupos y que los vuelve potenciales víctimas de este delito.