El estado emocional suele alterarse ante preocupaciones personales y familiares que el paciente puede experimentar, como la incertidumbre por la gravedad de una enfermedad, el temor a la muerte, las secuelas irreparables, su situación socioeconómica y otras dificultades que puedan surgir (1). Sin duda todas estas experiencias se dan en los pacientes sometidos a alguna intervención quirúrgica,as aun si es la primera vez que acontece en ellos alguna patología que requiera este tratamiento, repercutiendo también en su familia.