El proyecto se origina al concebir un espacio en el cual las distintas situaciones que conviven en la ciudad de Lima, que es fragmentada y muchas veces está enfrentada en sí misma, puedan interactuar y relacionarse. Se partió de una dinámica de límite urbano existente en el distrito de San Borja y de la iniciativa municipal de crear diversas infraestructuras comunales. Se exploran las estrategias espaciales que generan una arquitectura porosa, interactiva y flexible, las cuales permiten que varias situaciones se vinculen e interactúen en un mismo espacio. Se propone así un nuevo temperamento de espacio público, que se adecúa a las dinámicas sociales actuales y además fomenta el encuentro e intercambio entre personas.