Los asentamientos humanos, desde la simple idea hasta la gran ciudad, han sido comparados como organismos vivientes porque se hallan en permanente evolución. Para que su crecimiento sea efectúe de acuerdo a los principios elementales del urbanismo y con las necesarias previsiones que permitan asegurar el bienestar general de la población y planes de desarrollo urbano destinados a facilitar el control de las mismas que al final se ven expresados en la situación de salud de los individuos que la conforman. A medida que la población aumenta, el equipamiento comunal y los servicios se amplían requiriendo mayores instalaciones técnicas, cuando esto no corre paralelo a un plan integral los cuadros de morbilidad tales como desnutrición, diarreas, brotes epidémicos enfermedades parasitarias, enfermedades venéreas, embarazos no deseados entre otros son las manifestaciones clásicas de p...